
Vivir viajando con tu pareja me parece uno de los desafíos más grandes para el amor. Un test que muy pocas relaciones pueden soportar a lo largo del tiempo.
Diana de Traviajar y su pareja son un ejemplo de que sí se puede, lo llevan haciendo mucho tiempo. Los conocí en persona hace poquito en Barcelona. Diana nos regala este post donde nos cuenta algunas cosas que ha aprendido en este proceso.
Uno de mis temas favoritos son las relaciones y me gustaría seguir ofreciendo contenido que aporte valor. Este post de Diana trae muchas claves importantes. Vamos a leerlo de principio a fin, es muy interesante. Os dejo con ella.
Primero que todo, quiero agradecer a Francisco por la oportunidad que me ha brindado para escribir en su blog. Es mi primer guest post y me siento muy feliz de que sea aquí porque me encanta este espacio y porque Francisco me parece un joven estupendo que he tenido el gusto de conocer en persona y sé que con él seguirá habiendo una relación de amistad de años.
Pues bien, de relaciones de años es que te voy a hablar hoy en este artículo, y para ello te voy a contar un poco mi historia sentimental, para que entremos en contexto y así poder decirte las lecciones aprendidas viajando y trabajando en pareja.

Soy Diana, nací en el 80 y desde el 2000 tengo la misma pareja sentimental. Eso quiere decir que este año, 2016, cumpliré 16 años con la misma persona. Esos 16 años no han sido todos viviendo juntos, de eso solamente contamos 12 años y de esos doce, únicamente 7 han sido trabajando y viajando por el mundo.
Lo sé son unas cifras algo aterradoras, sobre todo para una persona que respeta su individualidad y que nunca se vio compartiendo su vida con un chico por más de 5 meses.
Sin embargo, la vida da muchas vueltas y un día, el menos pensado, te das cuenta que puedes compartir más que un fin de semana o un par de días al mes con una única persona.
Ese día, que no tenías planeado vivir, descubres que hay otro ser que más que invadir tu individualidad y tu espacio lo que hace es complementarlo y darle un significado diferente a palabras como: “pareja” “estar juntos” o “compromiso”.
No creo en las etiquetas: “novio”, “esposo”, “marido”, “pareja”, creo en lo que esa persona hace por ti cada día y lo que tú haces por ella. Creo en la conexión, en el complemento, en la libertad que se puede vivir, viviendo en compañía.
Porque vivir en pareja no es igual a renunciar a tu vida o dejar de ser quien eres. Vivir en pareja es complementarse.
Si no puedes vivir en pareja sanamente, respetando límites y dejando ser al otro, no quiero pensar lo que sería para ti viajar en pareja.
Lecciones aprendidas viajando y trabajando en pareja
A continuación te presento cinco lecciones que he aprendido viajando y trabajando en pareja:

Respeto
El respeto es indispensable para que una relación funcione. Cuando viajas y trabajas al tiempo con tu pareja esta palabra cobra un sentido diferente porque consiste en que aceptas sus rarezas y diferencias en contextos que no te hubieses imaginado vivir.
Por ejemplo, mi pareja es demasiado espiritual y cada vz que viajamos y estamos en un sitio nuevo: un parque, la playa, un templo, hasta en la muralla china o el Vaticano, él es de los que para un momento, medita y agradece al universo y al lugar por permitirnos estar allí.
Es muy bonito, es muy de él, pero yo lo hago de otra manera, así que le doy su espacio y dejo que se tome su tiempo para hacerlo como a él le gusta, ya sea abrazando árboles, sentándose en medio de la plaza o estirando los brazos al cielo. Es su “rareza” y acepto eso en él y lo dejo ser.
Si me pongo a acosarlo, a decirle que no haga eso porque “qué pena” o “qué dirán las personas”, estaría eliminando una parte de él preciosa, que disfruta y que lo hace tan único.
Pues bien, he optado por respetarlo y dejar que él sea como quiere ser, esperando que así mismo él respete mis rarezas.
Porque en las relaciones tu recibes lo que das. Si das respeto en todas las áreas de su vida, recibirás respeto a cambio en la tuya 😉
Compromiso
Se requiere un gran compromiso para hacer que una relación realmente funcione a un nivel de amor y respeto que vaya mucho más allá de pasar un buen momento en la cama o tener alguien con quien ir a las reuniones de familia o amigos.
Tener una pareja comprometida es pasar al nivel de ser cómplices, amigos, amantes y sobre todo camaradas con un mismo ideal. El tener sueños similares hará que el compromiso se consolide, así sean muy diferentes.
Puede que a él le guste el surf y a ti te vaya más ver edificios y ciudades. Puede que él disfrute más de las películas de terror y tu las románticas o que él lea libros sobre guerra y tu sobre superación personal, que a ti te guste estar rodeada de amigos y a él estar en casa.
Eso no importa, las relaciones se construyen gracias a las diferencias que se tienen y se mantienen gracias a las bases en común que construyan para ambos.
El compromiso no es algo que se adquiere en las buenas, es algo que se vive en las malas.
Tampoco es algo que te lo da un Padre en una iglesia o un documento firmado que tengas en el armario. El compromiso es algo que se genera cuando hay la suficiente confianza y amor como para dejar que el otro sea libre de ser quien quiere ser.
Cuando nos fuimos a vivir a España en el 2009, Jaime la pasó muy mal en su trabajo, dejarlo era un opción pero económicamente necesitábamos esa entrada. Durante una temporada estuvimos pensando qué hacer y cómo superar ese bache sin que eso nos llevara de regreso a Colombia, algo que no queríamos en ese momento.
Teníamos una meta clara y en común. Así que hablamos, estudiamos pros y contras y al final seguimos adelante con nuestra idea apostando todo en proyectos propios y en trabajar juntos desde casa. La presión no pudo con nuestra relación, porque las metas en común ayudan a que el compromiso se solidifique.
No te diré que fue sencillo, estábamos en una ciudad donde no teníamos amigos y solamente nos teníamos el uno al otro. Tuvimos que ceder en muchas cosas para que no termináramos agobiados trabajando juntos y en el lugar más alejado de la familia.

Comunicación
Tras 16 años de relación, de feliz relación debo agregar, puedo decirte que no todos estos años han sido color de rosa, hemos tenido nuestros momentos, nuestros “deslices” e incluso algunas peleas. Pero nunca ha habido dudas, ni desconfianza.
Eso se debe a que siempre hablamos, de todo. De dudas, miedos, rabias, temores, proyectos, sueños, fantasías, pesadillas e incluso gustos hacia otras personas. Entre nosotros no hay secretos y todo lo podemos hablar y compartir.
Sin embargo, debo decir que llegar a ese nivel de comunicación a mi me costó horrores. Los primeros años callaba todo lo que sentía, fuera amor o rabia por una situación o algo que él hacía. Pero con los años aprendí a expresar lo que pensaba y a decirlo sin rencor. Eso ha hecho que nuestra relación cada día sea más especial.
Si no hubiese cambiado mi actitud frente a las situaciones que vivíamos, no creo que llevaríamos tantos años, o tal vez sí, pero no en armonía. Porque cuando una persona se calla todo lo que siente o piensa, no está haciendo un bien a su relación, lo que hace es fomentar las dudas, la incertidumbre y sobre todo el “suponer”, algo que con el tiempo deteriora cualquier relación.
Recuerdo que mi pareja siempre me decía, cuando éramos novios, que yo no le compartía lo que sentía cuando algo me molestaba o cuando no quería hacer algo que él proponía. En ese entonces sumisamente aceptaba todo, hasta las cosas que no me gustaban. El problema era que cuando al fin hablaba, era con enojo, rabia y una ira incontrolable porque él “no me entendía”.
Pues bien, cuando empezamos a convivir aprendí a decir lo que pensaba, no lo lograba acertadamente, pero al menos la ira se había ido y ya podía decir lo que sentía sin explotar llena de rabia.
Hoy en día es algo natural en mi hablarlo hasta cuando lo pienso, cuando pasa e incluso puede que no haya ocurrido la situación, si vi algo en otras relaciones le comento lo que pienso y siento sobre eso.
Lo hablamos todo, la verdad. No hay secretos entre nosotros y las mentiras y la desconfianza no conviven en nuestra relación.
No con esto quiero decir que yo lo sé todo de él y él lo sabe todo de mi. Para nada. Simplemente hay confianza y comunicación y cuando eso existe en una relación no hay tema tabú y siempre podrás hablar de lo que sea con esa persona cuando la situación lo requiera.
No dependencia
Amar es maravilloso, amar sin apegos lo es aún mejor. Por ello es importante no ser dependiente de tu pareja en ningún sentido. Ni económico, laboral o emocional.
Es genial vivir y trabajar con tu pareja pero no depender de él para todo porque cuando pierdes tu individualidad pierdes una gran parte de ti que te hace dependiente de esa persona y que luego te cuesta dejar cuando te hace daño.
Hubo un tiempo en mi relación en que yo era completamente dependiente de mi pareja. Mis amigos eran sus amigos, todo el tiempo estábamos juntos. Un día él decidió irse a vivir al Reino Unido porque estaba cansado de la situación que estaba viviendo en Colombia.
Recuerdo que sentí mucha tristeza cuando él decidió irse, pero lo apoyé hasta el último momento. Quise terminar la relación inmediatamente, pero él quería que lo intentáramos a pesar de la distancia, porque iba a ser algo temporal.
Debo decirte que esos meses la pasé realmente mal, porque me di cuenta que él era el centro de mi vida.
Era una mujer dependiente de mi pareja para todo. Para salir, para divertirme y hasta para estudiar. Fueron siete meses difíciles donde armar nuevamente la confianza en mi me costó un montón, pero al final lo logré y cuando el volvió yo era otra persona.
Me volví más segura, confiada y sobre todo independiente. Nunca más él volvió a ser el centro de mi vida. Es una parte importante, pero el centro de mi vida soy yo y siempre seré lo más, más importante en ella.
Si él se va creo que sobreviviré, me pondré triste claro, pero no me desarmaré como en esa ocasión, porque hoy he aprendido a amarme más, a aceptarme y sobre todo entendí que un hombre no es mi felicidad. Hace mi vida feliz, pero no lo necesito para sentirme completa.

Con todo esto no quiero que imagines que tengo la relación perfecta. No la tengo. Tengo una relación muy común. Una donde no hay peleas, malos entendidos o discusiones gracias a que hay comunicación, respeto, confianza, compromiso y nada de apegos.
No estamos de acuerdo en muchas cosas, pero tenemos una meta en común. Queremos lo mismo y eso hace que nuestra relación vaya bien. Además, nos damos detalles todos los días, no físicos, porque esos no hacen parte de nuestro repertorio, nosotros nos damos regalos que valen.
Nos abrazamos y besamos todos los días. Nos consentimos cuando estamos mal, nos arrunchamos a ver una peli al menos una vez a la semana. Dormimos acurrucados y por la mañana siempre, siempre nos abrazamos unos segundos y nos decimos cuán feliz estamos de despertar uno al lado del otro.
Las relaciones no tienen que ser perfectas, pero tú puedes tener la relación perfecta si realmente lo quieres.
Así que te invito a que te abras a la posibilidad de estar en pareja, porque estarlo no es igual a perder tu individualidad, a dejar de ser tu misma. Sé autentica y aprende a amar y aceptar las diferencias del otro.
Viajar y trabajar en pareja no es sencillo, el estrés que puedes vivir durante el viaje puede hacer que quieras tirar la toalla en cualquier momento. Por ello es importante la confianza, la comunicación y la honestidad.
Si quieres realmente disfrutar de tu relación, de tu pareja y de tu nueva experiencia viajando y trabajando al tiempo, mi recomendación es que aprendas a dar espacio. Deja de ser dependiente, no hagas todo con tu pareja, déjale ser y hacer lo que quieras e intenta tu misma tomarte tiempos libres para estar sola o conocer a otras personas sin él.
Lograrás crear un equilibrio en tu relación que hará que disfrutes de trabajar en casa, de estar con tu pareja las 24 horas del día en lugares remotos del mundo. Crearás un nuevo lenguaje de comunicación y entendimiento y eso con los años hará que sea todo más auténtico para ambos.
Lamentablemente no tengo la fórmula mágica de la relación perfecta, yo aún sigo trabajando en ella, todos los días. Eso sí, si quieres saber cómo puedes viajar y trabajar al tiempo en pareja te invito a mi blog donde cada semana te comparto un poquito de mi experiencia en este maravilloso mundo de vivir la vida de otra manera.
DIANA GARCÉS – Nací en Sevilla un pequeño pueblo de Colombia y ahora soy ciudadana del mundo. Vivo viajando y viajo para vivir. Me gusta escribir, tomar fotos, compartir lo que aprendo e inspirar con mi forma de ver la vida. Traviajar es lo que hago y por el camino aprendo, conozco, descubro y me encuentro. Si quieres saber cómo hacer para viajar y trabajar al tiempo te invito a mi blog traviajar, o seguirme en mis redes sociales Facebook, Twitter y Google +.
Me he emocionado mucho con este artículo Diana!
Me he visto muy reflejada!
Hace casi 7 meses que viajo con mi pareja y todo el mundo nos pregunta lo mismo: “¿y qué tal la relación?”…
Pues la relación genial, mejor que nunca. Llevamos 4 años de amor en los que estos 7 meses están marcando un antes y un después, para mejor.
Viajar en pareja es una prueba de fuego desde luego.
Gracias por tu sinceridad y UN ABRAZO
Hola Tania,
Genial, yo me aseguraría de separarme de vez en cuando un par de días o de hacer cosas por separado también para no cargarme la polaridad sexual. Pero, si viajar con alguien que amas y con quien te llevas bien es una esperiencia preciosa.
Es un post muy bello, muy autentico y natural. La vida en pareja es un viaje en sí mismo, no importa el lugar, no importa si se cambia de escenario, lo único real que se traslada son dos personas con dos personalidades y una unión cuya energía potencia los “yo” de cada integrante.
Así que viajar para amar y amar para viajar podría ser un lema acertado para estos dos ciudadanos del mundo, que viajando fortalecen su amor y se encuentran así mismos en cada destino que tocan.
Saludos !!!
Guapa, creo que nunca lo podría haber dicho mejor, gracias preciosa 🙂
Diana, el post te ha quedado precioso! Me ha encantado.
Gracias por compartir tu experiencia y resaltar las lecciones aprendidas.
Al igual que tú coincido que el respeto y sobre todo la comunicación son claves en la relación con la pareja.
Es un reto diario y sobre todo con altas dosis de amor por uno y por la otra persona.
Grandes lecciones nos has compartido.
Muchas gracias y un abrazo,
Guapa las relaciones basadas en una buena comunicación pueden aguantar cualquier cosa. Creo que cuando aprendemos a comunicarnos aprendemos mucho sobre nosotros mismos, lo que hará que todo sea más sencillo.
Un abrazo Diana, gracias por tu comentario 🙂
Hola hermosa !! Muxhas gracias por el articulo.. yo estoy saliendo dd una relacion de siete años donde trabaje muchos de estos planteamientos. Quisiera que me comentaras un poco mas sobre esto, que no me queda muy claro:
“Lo hablamos todo, la verdad. No hay secretos entre nosotros y las mentiras y la desconfianza no conviven en nuestra relación.
No con esto quiero decir que yo lo sé todo de él y él lo sabe todo de mi. ”
Tengo dudas sobre esto, xq si lo hablan todo quiere decir q no hay secretos y q sabemos todo del otro. Me siento un poco errada en el tema.. pido guia, estoy muy critica en este momento !!!
Hola Paola muchas gracias por tu comentario y por plantearme tu duda, me hace mucha ilusión la verdad. Paso a explicarte.
Llevamos muchos años juntos pero antes cada uno tenía una vida en la que compartió con otras personas, tuvimos amistades, amantes, experiencias…
En estos años hemos hablado de ellas, a veces con detalle otras veces no tanto. Pues bien, él sabe mucho sobre esas personas que formaron parte de mi vida, pero no lo sabe todo. No es que le oculte, es que no ha llegado el momento de hablar de ello.
Ese es un ejemplo, otro es que aunque pasemos muchas horas al día juntos, yo conozco personas que él no conoce y viceversa, yo no sé todo lo que el habla o vive con sus amigas y amigos y él tampoco sabe de mi parte todo.
No nos ocultamos nada, pero tampoco nos lo contamos todo. Yo a él no le cuento las confidencias que me hacen mis amigas, ni tampoco le cuento todas las cosas que me pasan por la cabeza sobre lo que pienso o siento.
A lo que voy, es que si él me pregunta yo le puedo contestar sin temor a ser juzgada o alejada por lo que siento o pienso. Así mismo si por mi propio pie quiero compartirle algo lo hago. Igual él.
El que no haya secretos, no quiere decir que lo tengas que decir todo.
No sé si me he dado a entender bien, pero si sigues con dudas envíame un e-mail y hablamos. A mi este tema me encanta y aunque no me considero experta creo que lo he manejado bien estos años y eso me da la confianza y seguridad de decir que él lo sabe todo de mi, aunque yo no se lo he contado todo 😉
Un abrazo guapa y mucha fuerza en tu duelo. Terminar una relación requiere un tiempo de desintoxicación física, mental y emocional, más aún una tan larga. Así que mucho amor y ánimo 🙂
Que lindo post Diana! Eres una gran inspiración para las que aspiramos a viajar y trabajar al tiempo y, si puede ser, en pareja.
Me han gustado mucho las claves que nos has dado, yo también creo que la comunicación, el respeto y el compromiso son fundamentales. Pero especialmente me ha gustado leer lo de la “no dependencia”, “amar sin apegos”, eso si es amor 🙂
Un fuerte abrazo guapa!
Ha sido toda una lección lo que nos has dado Diana. Yo estoy todavía alucinando.
besos
Hola Laia, gracias. Sí la verdad es que amar sin apegos cuesta un montón.
Normalmente cuando empezamos una relación estamos tan contentos y enamorados que el apego es lo primero que nace. Esa necesidad de complacer y de estar bien con esa persona nos hace ser dependientes y después de un tiempo (a veces días, meses o años) nos damos cuenta que esa no eres tú, eres tú cuando estás con él y has cambiado tanto que ya no te reconoces, ahí es donde saltan las alarmas y hay que salir corriendo y buscar tu espacio.
Porque sino puedes vivir lo que yo viví, que cuando me encontré sola en un país sin él, casi me da algo y la depresión y la tristeza por poco acaban conmigo. No fue sencillo salir de ese hueco, pero hoy me siento más feliz conmigo y estoy segura de que podría vivir sin él, llegado el caso. Obviamente tendría que vivir un duelo, pero sobreviviría 😉
Un abrazo guapa y tú vas por este camino de vivir viajando rápidito 🙂
Diana!! Gracias por abrir las puertas de tu corazoncito y darnos a conocer algo tan personal como es tu relación de pareja.
Me ha encantado el abracito en la cama matutino y deciros lo feliz que sois el uno con el otro. A veces olvidamos decirle a nuestra persona lo importante que es para nosotros o que la queremos. A mí todas las mañanas me dan un besito con un te quiero y espero no perder con los años.
Un abrazo guapa!
Guapa, en tus manos está no perder eso con los años. Mira todo lo que llevamos y aún hoy nos decimos “bobaditas” de enamorados, porque eso mantiene la chispa.
No todos lo días estás para arrumacos, pero las palabras bonitas y el ser cariñosos debería ser impajaritable en toda relación 🙂
Un abrazo,
Muchas gracias a todos por los comentarios y por supuesto a Diana por el post que le ha quedado increíble.
Diana tiene una relación que es la pura esencia de lo que muchos andamos buscando en el mundo. Una relación basada en el apoyo y no en la necesidad, en el amor incondicional y no en la expectativa.
Espero que este post sirva de inspiración a muchos para saber que sí es posible y que no pierdan la ilusión.
besos a tod@s
Francisco muchas gracias a ti por permitirme estar aquí y por tus lindas palabras. La verdad es que llegar a esto ha sido un largo camino y aún nos queda mucho por aprender y seguir recorriendo, lo que me parece realmente fascinante 🙂
Esperamos poder seguir aprendiendo y disfrutando uno del otro como dices: con apoyo y amor incondicional 🙂
Un abrazo guapa y te espero en mi casa 😉
Diana, es una historia muy personal pero enriquecedora. Recuerdo cuando nos vimos en la quedada VAM en la Oveja Negra que una jovencita que llevaba solo 3 años con su novio preguntó si después de ese tiempo todavía se podía conocer más a la pareja…
Evidentemente que convivir con alguien es todo eso que cuentas y más.
Un abrazo, nos vemos en la próxima!
Siii a mi también me han preguntado si ya no sé todo de él, porque ha sido tantos años que qué más falta por conocer y resulta que lo que falta es un montón de cosas. A mí todos los días me sorprende con algo diferente, que no conocía, que no había notado o que simplemente es nuevo. Porque todos cambiamos constantemente. Estamos evolucionando y eso es maravilloso, esas rarezas son una pasada, que aburrido que siempre fuera igual 🙂
Un abrazo guapa 🙂
Interesante y bien constructivo tu post Diana.
Me parece que Jaime debe ser una persona “super” porque toda persona espiritual y agradecida aporta mucho a nuestro espíritu.
Y tu eres igualmente especial porque le das su espacio y lo aceptas.
Esa debe ser la esencia de las parejas, no hay más demostración de amor que el entendimiento y el respeto mutuo; cuando esto se pierde, el amor se escapa en bicicleta.
Todo el post está único, pero no comento más porque me sacan tarjeta roja tus otros lectores.
Un abrazo.
Luis gracias por tus aporte y nada de tarjeta roja, aquí estamos en un espacio libre y donde nos encanta saber qué piensan las otras personas 🙂
Un gran abrazo para ti y muchas gracias por compartirnos tu punto de vista. Un abrazo 🙂
Diana wow que articulo ! mas que un articulo es una puerta abierta a tu alma. A mi particularmente me senti leyendo a una amiga, confesandome su corazon. graciass Diana en horabuena
Caro gracias por tus palabras que linda, pero si así hablamos entre amigas 🙂
Un abrazo,
Precioso Diana,
Me ha encantado tu artículo. Qué bonito lo que cuentas. Gracias por compartirlo.
Te confesaré (ahora que no me lee nadie) que en alguna parte del texto hasta se me humedecieron los ojos… y no soy de lágrima fácil así que apúntate un tanto, jajaja.
Libertad, independencia, respeto, sinceridad, tolerancia, fuera los apegos y en definitiva amor incondicional, por supuesto, empezando siempre por uno mismo. Me gustó mucho la frase “cuando pierdes tu individualidad pierdes una gran parte de ti”.
Enhorabuena por este guest post. Deseando leer muchos más 😉
¡Abrazote!
Begoña que linda… Me alegro yo que hoy ando sensible me alegras el día con tus bellas palabras 🙂
Es muy difícil separar tu espacio cuando estás en pareja, por eso es genial conservar esa individualidad que a muchos nos ha costado tener. El amor con respeto hacia uno mismo es lo mejor 🙂
Un abrazo guapa 🙂
Diana! Que post tan lleno de amor! Ha sido muy agradable leerlo 🙂
Me identifico en muchos de los aspectos de tu relación. Para mi estar en pareja es una motivación constante a ser mejor persona. En especial me gusta como lo cuenta Viktor Frankl en un fragmento:
“El amor es el único camino para arribar a lo más profundo de la personalidad de un hombre. Nadie es conocedor de la esencia de otro ser humano si no lo ama. Por el acto espiritual del amor se es capaz de contemplar los rasgos y trazos esenciales de la persona amada; hasta contemplar también lo que aún es potencialidad, lo que aún está por desvelarse y por mostrarse. Todavía hay más: mediante el amor, la persona que ama posibilita al amador la actualización de sus potencialidades ocultas. El que ama ve más allá y le urge al otro a consumar sus inadvertidas capacidades personales”.
Gracias por compartir tu historia, un abrazo!
Anna.
Ana qué bonito escrito nos compartes. El amor es mágico y maravilloso cuando se ama libremente. Me alegra que tengas una bella relación, eres muy joven guapa y con una madurez increíble. Un gran abrazo 🙂
Diana, precioso post, con muchos puntos a tener en mente para los que de vez en cuando nos dejamos llevar por la rutina y nos olvidamos de los pequeños detalles con nuestra pareja.
La convivencia de por si es una gran prueba, pero seguro que viajar y trabajar juntos tiene que ser la prueba definitiva! Quien sabe si la vida me llevará a probar también está experiencia!
Un abrazo a ti y Francisco!
Valentina es verdad, los pequeños detalles son muy necesarios en toda relación, no solamente de pareja y a veces los olvidamos por el correr del día a día.
Gracias por tu comentario. Un gran abrazo 🙂
Diana, felicidades!! muy interesante tu artículo.
No es fácil para todas las personas expresar nuestros sentimientos o compartir públicamente aspectos de nuestra vida, pero lo haces de una manera tan natural que es muy agradable leer y compenetrarse con tu escrito.
Resalto el respeto como base de toda relación, sin éste no se llega a nada porque siempre estarás invadiendo el espacio de tu pareja.
Cariñoso abrazo
Josefina, qué alegría me da tu comentario. Muchas gracias por tomarte tu tiempo para leerme y para dejar aquí tu granito de arena. Es verdad el respeto es sumamente importante y junto con la comunicación es una excelente base para una relación que perdure y sobreviva los años buenos y malos que se pasen en pareja.
Un gran abrazo de vuelta 🙂
Gracias Diana por tu post: es una historia muy linda par aaprender mucho y para emocionarse también.
Sin dudas que han alcanzado algo más allá del mero enamoramiento, pudiendo conquistar ese “Verdadero Amor” que deja enseñanzas en las almas.
Felicitaciones a ambos por eso.
Florencia gracias, qué bonito. Pues la verdad eso creemos y esperamos. Sin embargo trato de tener los pies en la tierra y no aferrarme demasiado, la vida da muchas vueltas y ya sabes lo que pienso de los apegos jajaja 🙂
Igual me encanta disfrutar el presente y el aquí y el ahora y en este momento siento que es el amor verdadero lo que prima en mi vida y lo estoy disfrutando al máximo 🙂
Un abrazo guapa 🙂
Diana qué bonito lo que has contado. Deberíamos aprender todos con esa humildad y darnos cuenta de lo importante que es dejar ser al otro, por encima de todo. El amor verdadero te da alas 🙂
Precioso! Un abrazo!
Gracias Tere, yo soy una convencida de eso, la verdad. Nada hace que una relación dure y sobre todo perdure que el dejar ser y dar libertad, cuando acaparas te cansas tú y cansas a tu pareja y llegará un momento en que el amor se acaba y da paso a sentimientos nada agradables para tener con alguien con el que pasas tanto tiempo 🙂
Un abrazo preciosa 🙂
Me ha encantado leer esto. Interesante artículo.
Alexa gracias guapa por leerlo y dejar aquí tu granito de arena. Un abrazo 🙂
¡Hola!
Me ha gustado mucho el post, sobre todo porque la persona que lo escribe comparte con nosotros una experiencia muy muy personal.
Muchas personas van a sentirse identificadas y otras van a aprender estas lecciones que no solo se aprenden viajando y trabajando, sino viviendo.
Muchas gracias por la sinceridad de tu escritura, Diana, gracias por dejar aquí unas palabras para que todos aprendamos a reconocer el amor de verdad.
Un abrazo,
Alicia
Alicia gracias a ti por tus palabras. La verdad es sencillo compartir desde la propia experiencia, es más difícil cuando te toca inventar o da más trabajo cuando te toca investigar, pero hablar lo que vives se me hace un poco más sencillo.
Eso si, seguro me quedé sin contar mucho, pero creo que hay que vivirlo también y en el amor uno se equivoca, aprende y vuelve a renacer 🙂
Un abrazo guapa 🙂
Y qué suerte que hayáis caído en Barcelona y así haberos podido conocer.
La verdad es que habéis vivido cantidad de aventuras viajando tantos años en pareja, no debe ser fácil pero si te gusta viajar es un paso que debes acabar dando.
Al final, como en todo, el respeto hace más fácil la convivencia y si se sabe llevar, como hacéis vosotros, no tiene porque ser imposible.
Un beso y enhorabuena por el artículo! 😀
Victor muchas gracias, la verdad es que hay muchas ventajas cuando se viaja en pareja, pero esto lo verás si tienes una buena relación.
Creo que es igual que si viajas con amigos, puede que no te lleves bien con todos y termines en conflicto, pero si hay buena comunicación, respeto, tolerancia y aceptación seguro la pasarás genial con ellos.
O cuando viajas solo, puede que no te lleves bien contigo mismo y así como la puedes pasar genial, pues estar todo el viaje irritable porque no te soportas a ti mismo. Casos se han visto 🙂
Entonces es igual con la pareja, cuando hay una buena relación hasta el punto de sentirte bien en cualquier situación, es genial, yo la verdad me siento muy afortunada de tener un cómplice en este viaje 🙂
¡Enhorabuena Diana!
Es fundamental la aceptación y quererse a uno mismo primero para después poder dar amor a otros, sea pareja o no.
Fundamental también el vivir libres de apegos, aunque no es fácil, y,
fundamental también no hacer girar toda nuestra existencia en torno a otro u otros porque si ese otro o esos otros fallan o simplemente desaparecen de nuestras vidas, se desmorona nuestro castillo de arena.
Tenemos que aprender a convivir con nosotros mismos, escuchando nuestras propias señales, no desoyendo nuestra propia voz interior.
Gracias Diana por compartir con nosotros tu intimidad.
Gracias Francisco por abrir las puertas de tu casita digital a esta gran mujer de la que tanto tenemos que aprender.
¡Un fuerte abrazo a los dos!
¡Espero que nos desvirtualizamos muy, muy pronto!
Elena, tan bella, muchas gracias por tus palabras. No sabes las ganas que tengo de conocerte, seguro encontraremos el cuándo y dónde 🙂
Los castillos de arena definitivamente se caen por esa falta de aceptación a nosotras mismas. Es que es tan difícil estar en pareja si no somos capaces de amarnos estando solas. Es algo que tenemos que ir aprendiendo en el camino y el camino es tan diferente para todas 🙂
Muchas gracias guapa, un gran abrazo 🙂
Hola!
Gran entrada, la verdad es que no creo que haya mucha diferencia en tener una relación como la que tenéis vosotros y una más “tradicional”: respeto, permitir el espacio del otro, comunicación… creo que son aspectos que deben haber en toda relación. Pero, sí es verdad que el hecho de viajar y trabajar juntos pude dificultar la convivencia un poquitín más.
Felicidades por la entrada, estoy segura de que ayudará a mucha gente!
Miriam G.
Miriam gracias por tu comentario.
La verdad es que ya sabes que los viajes generan cierto estrés y ese estrés en las parejas puede ser como la gota que colme el vaso.
Tener una buena relación trabajando con tu pareja y viéndola todo el tiempo mientras estás perdido en un lugar donde no hablas ni el idioma creo que es toda una prueba, pero de esas que vale la pena vivir porque vas al límite y en los límites es donde sabemos qué tanto podemos dar y aceptar del otro 🙂
Un abrazo guapa 🙂