
Ya han pasado las elecciones locales y autonómicas y parece que traen vientos de cambio. Todo parece indicar que muchas de las instituciones podridas se van airear un poco. Los españoles, o al menos una gran parte de nosotros hemos decidido que no aceptamos la corrupción ni los gobiernos prepotentes de coche oficial y poco contacto con el mundo y pensamos que nos mercemos algo mejor.
La crisis y los recortes salvajes por fin han levantado conciencias y movilizado a personas a provocar un cambio formando nuevos partido y prometiendo una nueva forma de hacer política. Otros se han movilizado para votar a estos con la ilusión de que por fin las cosas sean de una manera diferente, más justa que lo que hemos vivido en los últimos años. Tengo 32 años y si tuviera que definir en una palabra lo que es para mí la política, tristemente, sería corrupción, o al menos eso ha sido durante el tiempo que tengo memoria.
Mi forma de ver las cosas es que los políticos no son otra cosa que un reflejo de la sociedad y que si tenemos políticos corruptos es porque la sociedad está podrida como decía en este post limpia tu trozo de calle así que si ahora empezamos a tener la honestidad como valor importante probablemente tengamos políticos más con manos limpias.
En nuestra vida pasamos por un proceso similar a lo que ha ocurrido en España. De repente un día nos damos cuenta de que estamos gobernados por hábitos viejos y caducos que controlan nuestro día a día y que no nos sirven para alcanzar nuestros objetivos. Es entonces el momento de cambiar de Gobierno, o de hábitos, de ver que nos hace falta si queremos progresar o si directamente queremos quedarnos como estamos.
Cuando uno se da cuenta de lo que hace que no le lleva al lugar donde quiere ir sólo lo queda una opción, bueno dos; la de no ser honesto consigo mismo y seguir hacia adelante sin reflexionar y la otra, la única válida, la de CAMBIAR, hacer algo distingo, sin la certeza de que vaya a ser mejor ni peor, si no simplemente algo diferente.
Hay que estar muy loco para pensar que obtendremos un resultado diferente haciendo lo mismo que siempre. Albert Einstein
Pues de locos esta repleto el mundo señor Einstein.
Una vez la decisión del cambio está tomada es momento de usar nuestros recursos, nuestros valores más importantes para convencer al electorado, en este caso, uno mismo, de que vale la pena comprometerse, y usar todas esas armas de las que disponemos para activar la fuerza de voluntad, pieza clave para conseguir cualquier cambio. Y entonces hay que promover una coalición de compromiso, voluntad, honestidad y ganas de mejorar y cuando esto ocurre somos muy fuertes, casi invencibles, podemos superar cualquier caída volviendo a levantarnos rápidamente y mirando otra vez hacia adelante, hacia el objetivo.
Tengo la sensación de que el mayor problema de la política española es que cada uno de lo que ha gobernado ha gobernado para el beneficio el ellos y sus amiguetes, no buscando la mejora de TODOS y eso es lo que les ha hecho estar en desacuerdo en materias como sanidad y educación donde en los últimos 40 años damos un pasito para adelante y dos para atrás, cada vez que cambia el gobierno cambiamos todo y de esta manera no avanzamos ni un solo centímetro.
También esto nos pasa en nuestras vida, la diferencia es que nuestra democracia es directa y se puede hacer un referéndum cada día no hay que esperar 4 años. Así que creo que es momento de aprovechar el cambio que se respira a nuestro alrededor para revisar nuestro gobierno interior, echar a los viejos hábitos que ya no valen y adquirir nuevos que nos lleven a nuestro objetivo, aunque sea muy poco a poco pero siempre hacia adelante, con un pacto de todos los partidos que tenemos dentro, asegurándonos de que caminamos hacia donde queremos ir, como los elefantes, lenta pero incansablemente.
