
No es 1 de Enero, ni probablemente sea el día de tu cumpleaños, quizás sea lunes pero no tiene mayor importancia. Cualquier es día es bueno para hacer un cambio en tu vida. Y cualquier día es igual de bueno para proponérselo y no llevarlo a cabo.
Para cambiar tu vida necesitas una cosa, cambiar un hábito, muchas veces intentamos hacer cambios tan grandes que nos es imposible, excepto algún radical que después de fumar 30 años un día decide dejarlo y no fumas más, así sin darle muchas vueltas, olé por estos.
Normalmente nos cuesta mucho sobre todo cuando los objetivos que nos ponemos son demasiado grandes, en un momento de lucidez nos da el ataquito y decidimos hacer un cambio radical, los primeros días estamos a tope con la cuestión pero después de unos días, o unas semanas en el mejor de los casos, la motivación va desapareciendo, surgen las dudas hasta que volvemos a donde comenzamos pero con menos autoestima.
Así que esta vez usemos otro plan, como dijo Einstein si quieres resultados distintos usa otra estrategia, así que ¿por qué no probar? empieza por un pequeño paso, algo que te vaya a suponer un desafío pero que estas seguro que te puedes comprometer a llevar a cabo. Una vez hayas alcanzado esto tendrás más motivación y quizás te apetezca seguir acercándote al objetivo así que podrás hacer otro pequeño cambio.
Estamos acostumbrados a dar un pasito para adelante y un pasito para atrás y de esa manera no se avanza, obvio lo dice la canción ¿verdad? Pues lo hacemos todo el rato. Prueba a dar un pasito hacia delante, corto, pero del que estés seguro que no vas a desandar y cuando estés seguro ahí otro más y otro y otro y así sin parar, sin permitirte estar demasiado cómodo.
Si tu objetivo es levantarte a las 7 de la mañana en lugar de a las 8, puedes probar con despertarte a las 7:45 durante una semana, son 15 minutos no será tan difícil, y a la siguiente semana a las 7:30, siguen siendo 15 minutos, no es gran cosa, y así en cuatro semanas (si necesitas 2 semanas para cada hora está bien también, sin presión) te estarás despertando a las 7 y probablemente sin haber vivido ningún trauma.
Parece tan sencillo, ¿verdad? Pues te propongo un ejercicio.
Piensa cuál es el hábito que sabes que si cambiaras tu vida cambiaría para bien, de manera radical, si esa cosa que tu sabes (salir a correr, dejar de beber, escribir un diario, dejar de comer dulces, ahorrar más dinero, lo que sea…) Pues ahora decide que vas a hacer hoy, o mañana como muy tarde para acercarte a ese cambio, algo pequeño con lo que te puedas comprometer.
Y poco a poco comprométete un algo más. Sólo hacen falta 3 C´s
Compromiso, Constancia y Coherencia.
Y si no pues también te puedes quedar donde estás, como siempre, esa es la otra opción.