
Marina y yo nos conocimos este año gracias a un amigo común y lo nuestro fue “amor a primera vista”. A los dos nos encanta el tema de las relaciones y podríamos hablar de eso horas sin parar. Escribe en su blog Psicosupervivencia de una manera muy amena pero siempre ofreciendo mucho valor y acercando la psicología a tod@s. Tenemos la suerte de que nos haya regalado este post tan interesante, así que, ¡a disfrutarlo!
Paula y Marc se conocieron hace un año en Barcelona, en un curso de cocina vegetariana; salieron unos meses y se fueron a vivir juntos. Ahora, casi medio año y unas cuantas broncas después, la relación parece pender de un hilo.
Lo primero que le gustó a Paula de Marc fue su tranquilidad. Es un chico reservado, que puede contar a sus amigos con los dedos de una mano. Pensó que a ella, que es siempre la alegría de la huerta, le vendría bien estar con alguien así para sentar la cabeza. Ahora, sin embargo, se desespera cuando el plan perfecto de Marc para un sábado es quedarse en casa leyendo o viendo una peli.
A Marc le encantó la espontaneidad de Paula, su despreocupación, el colorido caos de su piso. Nunca pensó que le sacaría de quicio que ella odiara hacer planes, se aburriera con las rutinas o tuviera siempre la mitad de su ropa amontonada encima de una silla.
Los dos piensan que si el otro pusiera un poco de su parte, la relación iría mejor. “Socializar es importante”, piensa Paula. “El orden y la rutina son sanos para la mente”, piensa Marc.
Y aunque los dos han oído eso de que no se puede cambiar a la gente, están tan convencidos de que su forma de ser y de ver la vida es la correcta que creen que le harán un favor al otro si le convencen para que cambie.
¿Quién tiene razón? ¿Se equivocaron al elegirse como pareja? ¿Deberían seguir juntos? ¿Qué pueden hacer para solucionar estos problemas?
“Yo no creo en los tests”: ¿Qué es, y para qué sirve realmente, la Psicología de la Personalidad?
La Psicología de la Personalidad trata de dar respuesta a los problemas de Paula y Marc (y quizá también a los tuyos).
- ¿Existen características estables y consistentes a lo largo de la vida?
- ¿Podemos cambiar?
- ¿Hay formas de ser mejores que otras?
- ¿Debemos buscar a la persona opuesta a nosotros para que nos complemente, o a alguien parecido para evitar el conflicto?
Hoy voy a contarte cómo puede ayudarte a elegir y conservar a la pareja adecuada para ti.
Cuando estaba empezando la carrera de Psicología, pasé muchas horas respondiendo tests de personalidad para las prácticas. En aquella época yo tenía el típico síndrome del copo de nieve, y recuerdo haber pensado, indignadísima: “Yo no creo en los tests: yo a veces soy de una manera y otras veces de otra. Un test no puede definirme”.

Sin embargo, la teoría apunta a que hay formas de ser, o rasgos, que permanecen más o menos estables en las personas a lo largo del tiempo.
La personalidad, por tanto, es tu manera particular de pensar, sentir y actuar, que permanece estable a lo largo del tiempo y consistente en distintas situaciones.
El modelo de los Cinco Grandes
El modelo de personalidad que más medallas se ha ganado con el tiempo es el conocido como Modelo de los Cinco Grandes. Surgió de la observación de las palabras que usamos: analizando en un diccionario los adjetivos que las personas utilizaban para describir rasgos de carácter, los psicólogos fueron reduciendo los factores que explicaban la personalidad hasta quedarse con cinco.
Estos factores son:
1. Extraversión: los extrovertidos están implicados con el mundo externo, les gusta interactuar con la gente y se les ve llenos de energía.
Un ejemplo de extrovertida sería Paula, a quien le encanta salir por ahí y conocer gente nueva.
Algunos ejemplos de ítems que se utilizan para medir este rasgo en el NEO PI-R (el test que mide tu puntuación en los Cinco Grandes) son:
- Soy el alma de la fiesta.
- No me importa ser el centro de atención.
- Me siento cómodo cuando estoy con gente.
2. Neuroticismo: es la tendencia a experimentar emociones negativas, como la ansiedad, la depresión o la ira. Está vinculado a una baja tolerancia al estrés y a los estímulos desagradables.
La típica persona que se queja a menudo y parece estar siempre peleada con el munto probablemente puntúe alto en neuroticismo.
Ejemplos de ítems:
- Mi estado de ánimo cambia mucho.
- Me preocupo con facilidad.
- Me estreso con facilidad.
3. Amabilidad: las personas amables valoran llevarse bien con otros. Son, generalmente, confiados, amables, generosos y considerados con los demás.
Una persona con alta amabilidad estará en su salsa colaborando con una ONG, cuidando de un familiar o eligiendo el regalo perfecto.
Ejemplos de ítems:
- Me interesa la gente.
- Los demás se sienten bien en mi compañía.
- Empatizo con los sentimientos ajenos.
4. Apertura a la experiencia: las personas abiertas a la experiencia son intelectualmente curiosas, abiertas a las emociones, sensibles a la belleza y dispuestas a experimentar cosas nuevas.
Me atrevería a decir que un bloguero que se va a Tailandia a hacer cursos de yoga y tantra puntúa alto en apertura a la experiencia (no miro a nadie, ejem, ejem).
Ejemplos de ítems:
- Tengo un vocabulario muy rico.
- Tengo una imaginación muy vívida.
- Entiendo las cosas rápido.
5. Responsabilidad: es una tendencia a mostrar autodisciplina, actuar de acuerdo con el deber y buscar logros; se relaciona con la manera en que las personas controlan y regulan sus impulsos.
El empollón de tu clase o el empleado super eficiente con la mesa de oficina impoluta es probable que sean muy responsables.
Ejemplos de ítems:
- Presto atención a los detalles.
- Nunca dejo mis cosas por medio.
- Me gusta el orden.
¿Te reconoces en alguna de estas descripciones? ¿O crees, como yo, que un test no puede describirte?
Si es lo segundo, quizá sea una cuestión de tiempo: según los estudios, estos factores se estabilizan unos cuatro años después de empezar a trabajar y permanecen constantes a partir de la edad adulta. Mi yo de dieciocho tenía razón cuando sentía que un test no podía definirle: mi personalidad todavía no se había estabilizado.
Y si tienes unos añitos más, ¿sientes que has madurado? Lo que se conoce como “madurez” también se refleja en cambios en los rasgos. A medida que nos hacemos mayores, el neuroticismo, la extroversión y la apertura a la experiencia disminuyen, y la responsabilidad y la amabilidad aumentan.
Es decir, que te haces más majete, te relajas un poco y se te quitan las ganas de juerga.

¿Para qué te sirve esto? Te lo cuento en la siguiente sección
Cómo elegir pareja ayudándonos de la teoría de la personalidad
Que “los opuestos se atraen” es un mito; de acuerdo con los estudios, la mayoría de nosotros elegimos a gente parecida en cuanto a ideas políticas, atractivo físico, estatus socioeconómico o ideas religiosas.
Sin embargo, ¿qué pasa con la personalidad? Si eres introvertido, ¿es mejor elegir a un extrovertido que te saque de tu cueva, o a alguien como tú, que valore una tarde tranquila leyendo un libro?
Algunas ideas:
- Observa con atención a la otra persona, y crea cuanto antes un clima de confianza en el que ambos podáis ser como sois. Al principio de la relación, todos tenemos tendencia a mostrar nuestra mejor cara, y a veces esta mejor cara no es más que una falsa coincidencia de personalidad con la otra persona.
Un chico con baja apertura a la experiencia puede fingir que es aventurero y espontáneo, o que le encanta ir cada fin de semana a un museo distinto, pero es probable que cuando la relación esté un poco más avanzada, actúe de acuerdo a sus tendencias de personalidad.
- Espera estabilidad (a lo largo del tiempo) y consistencia (en las distintas situaciones) en los Cinco Grandes. Si su desorden te saca de quicio, mentalízate: se va a quedar ahí para siempre.
- Al mismo tiempo, ten en cuenta que es posible que tanto tú como la otra persona maduréis: vuestra extroversión, apertura a la experiencia y neuroticismo diminuirán, y os haréis más amables y responsables.
Es decir, que quizá dentro de un tiempo, a Paula se le hayan pasado las ganas de fiesta y sea capaz de meter su ropa en el armario, y a Marc le apetezca más mostrarse amable con los vecinos.
- Si buscas a alguien que compense tus carencias, no lo hagas porque sí, sino porque te va a facilitar actuar de acuerdo con tus valores.
Por ejemplo: imagina que siempre te has considerado una persona huraña y poco simpática (baja amabilidad) y que conoces a un chico que se pasa el día en una ONG y haciendo regalos a sus amigos. Su alta amabilidad puede inspirarte, pero solo si en última instancia los valores por los que se mueve son importantes para ti. De lo contrario, ese rollito solidario tan sexy te agotará en dos meses.
No sos vos: es tu personalidad. ¿Cómo gestionar las diferencias dentro de la pareja?
Todo esto de la personalidad no sirve, repito, NO SIRVE para ir por ahí con tus puntuaciones en el NEO PI-R bajo el brazo, buscando a alguien que coincida exactamente contigo para entrar en una especie de fusión amatoria.
Nuestras diferencias nos enriquecen. El amor es algo más que encontrar una copia de nosotros mismos: es una oportunidad de crecimiento junto a alguien que te ayuda a sacar lo mejor de ti.
Es decir, que si estás leyendo este artículo y entrando en pánico porque Oh My God, acabo de descubrir que mi pareja no es encantadoramente borde, sino que puntúa bajo en amabilidad, o que su tendencia a los altibajos no cambiará jamás, no te apresures a hacer la maleta e irte de casa. Se puede convivir con gente distinta a nosotros. Solo hace falta tolerancia, respeto… y unas cuantas claves.
Clave número 1: pierde el miedo a la diferencia
En El Arte de Amar, Erich Fromm habla de que al principio la pareja nos sirve para crear una ilusión de no estar separados de los demás. Quizá por eso al principio tendemos a subrayar nuestros parecidos y a minimizar las diferencias, y nos sorprendemos desagradablemente cuando descubrimos que somos distintos: porque nos recuerda que estamos solos.
Pero tengo noticias para ti: siempre lo hemos estado. Ningún grado de fusión emocional podrá cambiar el hecho de que tu pareja y tú sois individuos con diferentes recorridos vitales. Es más sensato aceptar desde el principio esa diferencia y no aferrarse a la fusión inicial; te ayudará a querer a tu pareja por lo que es, y no por lo que te gustaría que fuera.
Clave número 2: pregunta y empatiza
Ahora que tienes claro que ser diferentes no es la muerte de la pareja, es momento de conocer de verdad a ese ser que ronca al otro lado de tu cama.
Observa y pregunta: ¿qué hace feliz a tu pareja? ¿En qué tipo de entornos se encuentra más cómodo? ¿Qué forma prefiere para expresar y recibir cariño? No hace falta que le pases un cuestionario; quizá te baste con empezar una conversación a partir de los Cinco Grandes, o de las diferencias que ves a diario en vuestra convivencia.
Clave número 3: busca y negocia puntos de encuentro
Un amigo aficionado a los debates me dijo una vez: “no tienes que convencer al otro con tus argumentos, sino con los suyos”.
De la misma forma, no tienes que querer a la otra persona desde tu personalidad, sino desde la suya. Esto no significa que tengas que darte la vuelta como un calcetín y negar lo que eres. Significa que puedes dejar de dar el amor (o la compañía, o el estímulo) que tú buscarías para ti, y centrarte en crear el que tu pareja desea.
Marc, el introvertido del principio, puede estar tan a gusto solo que le cueste entender que para Paula es importante contar con su compañía para hacer las cosas que le gustan. Y Paula puede insistir en quedarse en casa con Marc, porque es lo que ella desearía en su lugar, sin entender que no hace falta que haga ese esfuerzo porque Marc sin compañía está más a gusto que un arbusto.
Ponte en el lugar de tu pareja y descubre qué es lo que desea, qué le hace feliz y cómo puedes dárselo de forma que tu amor le llegue… y ahórrate el esfuerzo en lo que no es realmente importante.
Clave número 4: aumenta la aceptación, disminuye el juicio
Una vez que tengas una idea más ajustada de cómo es realmente tu pareja y de lo que quiere de ti, es importante que aliñes toda esta mezcla con cantidades enormes de respeto y de aceptación, y que trates de retirar todos los restos de juicio para que la mezcla no quede amarga.
Hay rasgos que la sociedad valora más (extroversión, apertura a la experiencia, amabilidad…), e incluso que correlacionan más con el liderazgo o el desempeño académico. Pero, y es un pero importante, no hay reglas sobre lo que cada uno de nosotros consideramos valioso en nuestra vida.
No todos queremos ser líderes, ni estudiantes 10, ni la Madre Teresa. No todos queremos viajar por el mundo con una mochila. Y está bien así; hace que la vida sea más interesante… y que los precios de los hostales en Tailandia no se pongan por las nubes.
Clave número 5: presta atención a las similitudes
¿Crees que el único problema de una relación son las diferencias de personalidad? Las semejanzas también pueden suponer un reto: las virtudes se duplican, pero los defectos (y las carencias) también.
Por ejemplo:
- Iván e Isabel Introvertidos se pasan los fines de semana en casa leyendo, viendo pelis o meditando. Están tan a gusto que cuando se quieren dar cuenta, sus amigos se han olvidado de ellos; si un día los dos mueren por un escape de gas, van a pasar semanas hasta que alguien se dé cuenta.
- Reme y Rafa Responsables son súper ordenados, concienzudos y orientados a metas. Pero cuando tienen hijos y se enfrentan al desorden y al caos de un niño pequeño, les cuesta muchísimo adaptarse y empatizar con ellos.
- Antonio y Alejandra Amables comparten valores y pasan el día colaborando con ONGs y ayudando a gente. El problema es que se quedan sin tiempo para ellos, se agotan y encima ganan poquísimo en sus trabajos “de verdad” y casi nunca llegan a fin de mes.
- Elsa y Ernesto abiertos a la Experiencia se pasan el día viajando de aquí para allá y programando mil actividades, y cuando tienen que quedarse un tiempo en un mismo sitio para cuidar a un familiar enfermo, lo llevan fatal.
- Nadia y Nacho Neuróticos están todo el día de bronca porque los dos están siempre en plena crisis emocional, al borde de un ataque de ansiedad o inexplicablemente tristes.
Si tu pareja y tú compartís varios rasgos, es importante que estéis atentos a vuestras carencias conjuntas y que entre los dos generéis soluciones para prevenir situaciones extremas.
Mi chico y yo, por ejemplo, somos introvertidos y estamos en riesgo de morir y que nuestra gata nos coma antes de que nos encuentre alguien. Por eso, procuramos obligarnos a quedar con gente de vez en cuando aunque nuestro Kindle nos mire de forma tentadora desde el escritorio.

Clave número 6: agradece lo que tienes
Que la hierba es más verde al otro lado de la valla es un efecto óptico en la mayoría de los casos. No te estoy diciendo que te aguantes con cualquier tipo de relación y de persona; no estás en un matrimonio concertado. Pero te animo a que reencuadres lo que hasta ahora considerabas un problema en tu pareja.
Si te sacan de quicio las diferencias, piensa en cómo podéis utilizarlas para equilibraros; y si una relación de “clones” os deja cojeando en algunas áreas, agradece lo bien que os entendéis tu pareja y tú.
Tener pareja es disponer de un par de ojos distinto al tuyo con el que mirar la vida. Si te centras en lo que esos ojos distintos pueden aportarte, estarás en camino de aprovechar tu relación como una vía de crecimiento personal, y no como una fuente de frustraciones y expectativas imposibles.
Clave número 7: la personalidad no lo es todo, y mucho menos una excusa
Los estudios también han mostrado que los rasgos de personalidad se modulan dependiendo del entorno y las circunstancias y dan lugar a comportamientos variados. Los rasgos muestran nuestras tendencias, pero se mueven en un continuo (no son cuestión de blanco o negro) y no nos impiden comportarnos de forma “no preferente” si es necesario. O, dicho de otra manera: eres perfectamente capaz de hacer algo que no te apetece si quieres actuar de acuerdo a tus valores.
Volvamos a Marc y a Paula: si a Marc le importa la relación y quiere ser un novio atento y amable, puede hacer el esfuerzo de salir con Paula de fiesta de vez en cuando. Y lo mismo vale para Paula: aunque nunca va a ser Bree de Mujeres desesperadas, sí que puede recoger la ropa aunque le repatee. Lo importante es encontrar un equilibrio entre aceptar la persona que somos y trabajar por la persona que queremos ser.
Espero que te haya servido este artículo. Si quieres aprender más de psicología pragmática y autoayuda no convencional, te animo a que eches un vistazo a mi blog, Psicosupervivencia.
Y si tienes algún comentario, ¡estaré encantada de leerlo!
[Créditos: la imagen de la naranja y media es de Janine Pauke, la del copo de nieve es de Julie, la de la abuelita es de Elizabeth Phung y la del hombre siendo comido por gatos la encontré en Google]
Marina Díaz escribe sobre psicología pragmática y útil que puede empezar a mejorar tu vida desde ya, con un foco en el cambio, los valores y la convivencia con el miedo. Echa un vistazo a su blog en Psicosupervivencia y participa gratis en el Mini-Curso de Introducción a la Escritura Terapéutica
Hola Marina y Francisco
Felicidades por este interesante y completo artículo. Disfruté mucho de leerlo!
Es muy cierto e importante comprender a la pareja desde el punto de vista de la personalidad del otro y no desde la propia. Hacerlo evita que se generen expectativas sobre aspectos que no van a cambiar y que no se tomen personal aquellas ‘fallas’.
Lo mejor es comunicar abiertamente cuando deseamos algo de la pareja. Pedirle que ‘recoja la ropa’ o ‘que salga de fiesta’ no tiene nada de malo ¡todo lo contrario! No podemos asumir que nuestra pareja sabe cómo nos sentimos o lo que deseamos o pensamos, sobre todo al inicio de la relación.
Excelente información, definitivamente la recomendaré.
Hasta pronto
Marie
RECOMIENDO ESTE LIBRO A TODOS LOS QUE QUIERAN MEJORAR SU RELACIÓN DE PAREJA: http://bit.ly/1T9rtMu (PDF, for free)
Buenos días Marina,
Muchas gracias por este artículo. Me gusta mucho cómo escribes y el contenido de lo que escribes. Es curioso, nunca me hubiera imaginado que eres una persona introvertida. Me hubiese inclinado por lo contrario: pura extroversión. Quizás por tu sentido del humor, que se ve reflejado en todos tus artículos.
Quería aprovechar este comentario para RECOMENDAR un libro a todos aquellos que quieran resolver o mejorar sus problemas de convivencia en pareja: Los 5 lenguajes del amor. Es un libro que te habla de lo importante que es conocer qué “idioma o idiomas” habla tu pareja en lo que respecta a la expresión del amor. Por ejemplo, a lo mejor a una mujer le gusta que le digan constantemente “te quiero, eres una mujer fabulosa”, y eso sería una expresión de amor suficiente para ella. Sin embargo para otra mujer/hombre, lo más importante es que su pareja pase tiempo de calidad con ella/él, por ejemplo, que le/la plantee pasar un fin de semana en la montaña. Habla del descubrimiento de la otra persona y de cómo los seres humanos tenemos que adaptarnos y conocer las necesidades de los demás (en este caso, de nuestra pareja). Te habla también de cómo la sensación del “mariposeo en el estómago” es una sensación pasajera, hecho que puede llegar a ser beneficioso si se sabe ver desde una perspectiva positiva. En serio, es muy bueno. Si podéis, leerlo en inglés. Creo que también hay audiolibros.
Un abrazo a todos y espero que, a aquellos que lo leáis, os guste el libro. Y una vez más, gracias Marina.
Violeta
Hola Violeta,
Muchas gracias por el comentario. He tenido que borrar el enlace al libro porque no puedo publicar eso en el post.
Voy a ver si lo compro y lo leo.
Muchisimas gracias de parte de Marina también
Buenos días Marina,
Muchas gracias por este artículo. Me gusta mucho cómo escribes y el contenido de lo que escribes. Es curioso, nunca me hubiera imaginado que eres una persona introvertida. Me hubiese inclinado por lo contrario: pura extroversión. Quizás por tu sentido del humor, que se ve reflejado en todos tus artículos.
Quería aprovechar este comentario para RECOMENDAR un libro a todos aquellos que quieran resolver o mejorar sus problemas de convivencia en pareja: Los 5 lenguajes del amor (aquí tenéis el link al PDF Gratis (o como dicen en el barrio: “por la jeró”). Es un libro que te habla de lo importante que es conocer qué “idioma o idiomas” habla tu pareja en lo que respecta a la expresión del amor. Por ejemplo, a lo mejor a una mujer le gusta que le digan constantemente “te quiero, eres una mujer fabulosa”, y eso sería una expresión de amor suficiente para ella. Sin embargo para otra mujer/hombre, lo más importante es que su pareja pase tiempo de calidad con ella/él, por ejemplo, que le/la plantee pasar un fin de semana en la montaña. Habla del descubrimiento de la otra persona y de cómo los seres humanos tenemos que adaptarnos y conocer las necesidades de los demás (en este caso, de nuestra pareja). Te habla también de cómo la sensación del “mariposeo en el estómago” es una sensación pasajera, hecho que puede llegar a ser beneficioso si se sabe ver desde una perspectiva positiva. En serio, es muy bueno. Si podéis, leerlo en inglés. Creo que también hay audiolibros.
Un abrazo a todos y espero que, a aquellos que lo leáis, os guste el libro. Y una vez más, gracias Marina.
Violeta
Hola a tod@s,
Marina está intentado contestar pero por alguna razón no salen sus comentarios. Os dejo lo que me escribe.
Marina: Muchas gracias a todos por los comentarios! A los que me habéis comentado el tema de la pareja gay: gracias por hacérmelo notar, lo tendré en cuenta para el siguiente artículo. Por alguna misteriosa razón mis comentarios no aparecen, pero si alguno tiene una duda concreta, podéis escribirme a mi mail (marinadiazc arroba gmail.com) y la responderé lo antes posible. Un abrazo!
Un post muy meditado. Por cierto, hoy he estado leyendo sobre las parejas LAT (Living Apart Together). Me gustaría que hicieras un post sobre ellas.
Un abrazo.
Hola Jorge,
En la isla donde vivo hay mucho de estos LAT, no sabía que se llamaba así. Aquí es fácil porque alquilar una casa te cuesta 200 euros al mes.
Dentro de unas semanas tendremos un guestpost de Raffa Manacorda sobre relaciones abiertas, quizás toque algo sobre ese tema.
Yo no tengo experiencia personal pero desde un punto de vista tántrico es muy bueno para conservar la polaridad de las energías femenina y masculina. Mientras dormimos uno cerca del otro esas energías todavía se están mezclando.
saludos,
P.D. uy, pues ya veo que no fui el único que lo pensó! 😀
Escribes genial, Marina. Como siempre, gracias! Como sugerencia, no estaría mal que pusieras algún ejemplo de pareja gay de vez en cuando… Aunque seamos minoría, también somos lectores! 😉
Hola Alberto,
Tienes razón, siempre tendemos a generalizar con las parejas y deberíamos tener en cuenta todas las opciones que hay, que son muchas.
saludos
Muchas gracias por tu respuesta y la de Marina. Tu blog no lo conocía (ya lo ojearé), pero yo sé que Marina es muy inclusiva en su blog. Sé que es un poco tontería pero que en el fondo, pues no lo es tanto. El hecho de nunca salir en la publicidad, en la música, el cine… nos provoca una carencia identitaria y creo que muchos tenemos inseguridades porque la invisibilidad nos hace sentir desconectados de la sociedad y la normalidad, como si nuestro amor fuera de segunda, sabes? Solo cuento esto tratando de darles herramientas para que puedan empatizar con nosotros. Esos pequeños gestos nos ayudan mucho. Éxitos con tu blog!
Hola Alberto,
Totalmente de acuerdo contigo. Estos últimos días estuve asistiendo a un taller de tantra y te digo que en varios ejercicios trabajé con hombres y sentí cosas que nunca antes había sentido, ser capaz de amar la divinidad que hay dentro de la otra persona sin importar su genero, tendencia sexual o lo que sea. Al final todos somos uno.
saludos
Muy buen post. Aunque cuando pones ejemplos de parejas en la clave número 5 he echado en falta alguna pareja Pedro & Antonio o Juana & Noelia 🙂
Siempre dando en la diana *.*
Mi novio y yo somos polos opuestos, aunque me temo que al final tira más su lado y moriremos devorados por mi Chihuahua…jajajaja
Chuuuuu!!