
Estuve 7 años con este viaje dando vueltas en mi cabeza y por fin pude tomar la decisión y concretarlo.
¿7 años es mucho? eso no lo sé, creo que es muy relativo pero hay algo que si sé: “es mejor tarde que nunca”.
Sé de que se trata que en tu cabeza gire la idea de hacer un viaje y no animarte a concretarlo, y lo sé muy bien porque estuve así un poco más de 7 años. Por suerte pude romper con eso y concretar la idea de viajar.
Lo primero que te quiero preguntar es:
¿Tenés un viaje en tu cabeza y no te animás a realizarlo?
Sí es así me alegro porque estás en el lugar indicado y te invito a seguir leyendo, en este artículo te voy a contar porqué es vital que hagas ese viaje que tenés ahí pendiente y así poder evitar varias situaciones por las cuales pasé yo.
Y también te develaré cuáles fueron mis secretos para poder concretar el viaje.
¿Por qué tarde tanto tiempo en tomar la decisión?
Cómo dicen por ahí el bichito viajero me picó al rededor de los 22 años cuando conocí a un amigo que vive viajando y a través de él conocí el mundo nómada.
Enseguida me entró la curiosidad y el entusiasmo por hacer algo similar, pero lo primero que se me pasó por la cabeza fue “el tiene suerte por eso puede hacerlo”, más tarde me di cuenta que pensar eso era un grave error.
En ese momento yo estaba estudiando mi carrera universitaria pero la verdad es que no veía la hora de que pasara Jorge por casa a contarme las historias de su último viaje.
Estaba estudiando Farmacia en La Plata y a decir verdad más de una vez se me cruzó por la cabeza la idea de tirar los libros e irme a recorrer el mundo, pero siempre ganaba el pajarito del deber ser que me penetraba el oído con la frase “ya estás en la mitad de la carrera, ahora terminala ya que tus padres están haciendo un esfuerzo para que así sea”.
Pequeñas vacaciones
Durante mi época de estudiante me conformé con viajar en mis vacaciones y leer las aventuras de otras personas, mis viajes eran precarios y no muy largos ya que los recursos económicos eran mínimos y, así fue como por la obligación social de terminar la carrera universitaria se me pasaron 3 años.
Terminé la carrera y en ese momento tenía entusiasmo por poner en práctica todo aquello que había aprendido y a su vez no tenía recursos económicos para hacer un viaje, por lo tanto me zambullí en el mundo laboral y otra vez a postergar el viaje que daba vueltas en mi cabeza y no me dejaba tranquila hacía bastante tiempo.
Comencé a trabajar, al principio con mucho entusiasmo, por un lado por esa adrenalina de lo nuevo y de poner en práctica todo lo aprendido y por otro la sensación de la independencia económica me mantuvo contenta en mi trabajo.
La idea del viaje seguía latente, a medida que pasaba el tiempo disminuía mi entusiasmo por el trabajo y aumentaban las ganas de viajar.
Trabajaba pero el resto del tiempo incluso en el mismo trabajo me la pasaba leyendo blogs de viajeros, comprando libros de viajes, mirando mapas y organizando mis futuras vacaciones de 17 días.
A medida que pasaba el tiempo las ganas de viajar eran cada vez mayores y eso hizo que por fin pudiera tomar la decisión.
Pero entre idas y vueltas estuve 3 años y medio trabajando y así fue como se pasaron los casi 7 años.
¿Por qué es necesario que concretes ese viaje que da vueltas en tu cabeza?
Durante todo ese tiempo que estuve con el viaje dando vueltas en mi cabeza, vivía en una insatisfacción constante y eso hacía que no solo yo esté mal sino que perjudique a mi entorno.
¿Cuáles eran las opciones a ese “problema”?
Si no concretaba el viaje, iba a quedar en mi cabeza dando vueltas de por vida y nunca iba a estar conforme.
Y si lo concretaba podían pasar dos cosas:
1) Que sea una de las mejores experiencias de mi vida.
2) Que no sea lo que yo esperaba, y en este caso volvía a mi vida sin la duda y podría entregarme por completo a eso que estaba haciendo.
Cualquiera de los dos casos sin duda son resultados de éxito. Está claro que el único resultado de no éxito era quedarme con la duda.
¿Qué hubiera pasado si me quedaba con la duda?
Nunca hubiera estado plena en la farmacia, ni me podría haber entregado por completo a esa vida sedentaria. Así no iba a tener una buena vida y no solo eso sino que perjudicaría a mi entorno: a mi jefe ya que no estaría entregada y rindiendo al máximo en mi trabajo, ni a mis compañeras de trabajo ya que más de una vez predominaba el mal humor.
También lo que sucedía era que en mi vida eran constantes los fracasos en las relaciones amorosas, ya que cuando me veía un poco en compromiso enseguida el viaje en mi cabeza me hacía tirar todo por la borda.
Por eso creo que es fundamental que si ya te picó ese bichito viajero para el cuál no hay antídoto, concretes ese viaje independientemente del resultado.
¿Fue fácil arrancar el viaje?
Acá fue cuando me di cuenta que en realidad mi amigo Jorge no era ningún afortunado ni tocado por la varita mágica. Que para poder comenzar con la vida nómada había que decidirlo y empezar a actuar en consecuencia.
Fácil no es pero la buena noticia que te traigo es que es posible.
Te cuento cuál fue mi fórmula para concretar el viaje
En primer lugar tuve que derribar el concepto erróneo de que viajar es para unos pocos afortunados.
Me tuve que creer que yo podía. Una vez que tuve en claro que yo podía, comenzó el proceso de empezar a organizar la idea en mi cabeza, cómo, cuándo, dónde y las cuestiones económicas ya que para mí lo que no falla es que detrás del viaje haya una buena organización.
Una vez que la idea está en la cabeza ya un poco más organizada vino la etapa de tomar decisiones, me senté conmigo misma me visualicé viajando, pensé de que manera me gustaría hacerlo, cómo me encontraría más cómoda y realmente tomé la decisión.
Tomar la decisión
Tomar la decisión es una de las cosas más difíciles, pero solo con la decisión no se hace nada, por eso lo que siguió fue actuar en consecuencia de esa decisión que había tomado.
Nuevamente acudí a la organización y lo primero que tenía que hacer era renunciar a mi trabajo, pero para eso antes tenía que ver con cuánto dinero contaba, cuánto tiempo más me convenía trabajar, qué haría con mi auto, etc.
Una vez que pude sacarme de la cabeza el tema del trabajo, me puse a organizar el viaje en sí, dónde ir, cuándo, en qué.
El principal motivo por el cual cuesta arrancar son los miedos por eso es fundamental trabajar con ellos, que desaparezcan no es posible pero lo que sí es posible es minimizarlos, por ejemplo si tu miedo tiene que ver con lo económico, armá un plan que contemple las posibilidades: juntá dinero, evaluá si hay posibilidades de conseguir trabajo en tu destino, utilizá todas las herramientas posibles que existen para minimizar gastos en viaje, etc.
Hay personas que pueden salir sin organización y les gusta la adrenalina que genera esto de la incertidumbre extrema y otras personas como yo que tienen que minimizar sus miedos para poder arrancar.
En conclusión
Por mi experiencia creo que es fundamental realizar ese viaje que está ahí molestando. Si ya está molestando significa que de momento es un problema, y la única solución a ese problema es realizar el viaje.
Cualquiera sea el resultado de ese viaje es positivo, por un lado puede que te encuentres con un mundo maravilloso y no quieras volver de eso, por otro lado puede que no sea lo tuyo, pero cuando vuelvas puedas entregarte a tu vida sedentaria.
Mi fórmula para concretar el viaje fue: tomar decisiones (siendo honesta conmigo misma) y actuar en consecuencia. También trabaje con los miedos que eran los que me trababan minimizándolos.
Esto no sucedió de un momento para otro, me llevó tiempo y creo que es importante que uno respete sus propios tiempos.
¿Y vos? ¿Qué estás esperando para irte de viaje? Nos leemos
Sobre Lu: Hace un poco más de un año que comencé mi vida de viaje. Viajo y escribo, escribo y viajo. En mi blog plasmo toda la información que puede ser útil para mis lectores. Viajar para mi es mucho más que trasladarme de un lugar a otro, viajar para mi es vivir. Te regalo la pequeña guía “5 claves para organizar el viaje de tu vida“. Y te espero para formar parte de Motivación Viajera.
Holaaa Lu !!me siento identificada con tu historia y que cierto cuando en esa frase resumiste lo que puede ser un viaje , me quedo la idea lo intentaste y no te quedas con eso en tu cabeza , y es tan real , uno sigue maquinando .. hasta lograrlo, te cuento yo tengo una visa working holiday Nz, y me iría en septiembre , y estaba analizando todo tantooo que , tu post me hizo muy biennn, saludos cariños desde Córdoba
Hola Enriqueta, me alegra mucho que te haya servido, porque si bien para mí escribir es un placer, lo que más me gusta es que le sirva a alguien! Así que muchas gracias por tomarte el tiempo de escribir! Un beso grande!
Hola! me gusto tu historia, me identifico un poco.. Espero sigas escribiendo y transmitiendo a los demas ese animo de perseguir nuestros sueños… Abrazo!
¡Hola Franco! Muchas gracias! me alegro que te haya gustado, Un beso Grandee
Gracias Fran! Un placer poder escribir para los lectores de El Síndrome de la mochila, ojalá lo disfruten y les sea útil. Un beso grandee